Hdad. Penitencial de Ntro. Padre Jesús Atado a la Columna

¿Qué es La Hermandad Penitencial de Nuestro Padre Jesús Atado a la Columna?

Según define la RAE en su primera acepción, una Hermandad es la “relación de parentesco que hay entre hermanos” y … ¡ASÍ ES! Somos una organización formada por hermanos al ser todos hijos de Nuestro Señor Jesucristo.

¿Qué conlleva pertenecer a una Hermandad?

  • VIVIR tu fe todo el año, a través de actos y actividades con la alegría propia de ir alcanzando la prosperidad del Señor.
  • PARTICIPAR en los momentos propios de la Semana Santa Unidos en hermandad de una misma fe en Cristo para promover el culto a nuestros Titulares y Patrones.
  • COMPARTIR y promover las experiencias e iniciativas de la Hermandad durante todo el año.
  • SER miembro de la Iglesia Católica y, por tanto, seguidor de las enseñanzas de Cristo dando testimonio y ejemplo en nuestra vida diaria, sirviendo al prójimo.
  • EMOCIONARSE al poder iluminar por las calles de la ciudad a Nuestro Padre Jesús Atado a la Columna y al Santo Cristo de la Humildad.

¿Qué valores añadidos porta con orgullo un Cofrade de la Hermandad Penitencial de Nuestro Padre Jesús Atado a la Columna?

  • HERMANOS 365: Nuestra forma de hacer Hermandad viene de cuidar las relaciones interpersonales todos los días del año.
  • ESPÍRITU JÓVEN: Somos una cofradía inquieta, con ganas de avanzar en el conocimiento y siempre dispuestos a actualizarnos.
  • BUSQUEDA DE RESPUESTA A LOS PROBLEMAS DE HOY: Cada día aperecen nuevos problemas, y al mismo tiempo nuevas soluciones, y por ello debemos ser parte del HOY y no tener miedo al cambio.
  • SOLIDARIDAD: La ayuda a los más débiles es uno de los puntos clave. Cada día trabajamos en el bienestar de todas las personas, tanto dentro como fuera de la Hermandad. Cada pequeña acción es un granito en favor de los desfavorecidos para lograr una mejor sociedad.
  • COMPROMISO: Somos un grupo comprometidos con Dios y con la Sociedad
  • AGRADECIMIENTO A DIOS: No debemos olvidar que el centro de nuestras vidas es Dios, y con orgullo podemos decir “¡Gracias por todo lo que hemos recibido!”